El canterano sevillista salvó a su equipo de salir derrotado del Reyno de Navarra en el partido disputado entre Osasuna y Sevilla correspondiente a la quinta jornada de la Liga BBVA. Todo podría haber cambiado a favor de los locales si el colegiado hubiera visto la mano cometida por Perotti dentro del área en la recta final del partido.
El partido tuvo un guión muy claro. Osasuna, herido por la goleada en el Camp Nou, salió al campo con ganas de demostrar a su afición que semejante derrota fue un accidente, mientras que el Sevilla siguió mostrándose como un equipo plano y sin síntomas de mejora. Lamah cogió las riendas del equipo local y Javi Varas salvó a su equipo en sendos remates de Cejudo y Nino, mientras que el ex sevillista Lolo estuvo a punto de conseguir el gol en una falta directa que no perforó la red hispalense por muy poco.
Las rotaciones propuestas por Marcelino no funcionaron y Osasuna no pasó apuros hasta que Andrés le sacó de manera espectacular un remate a bocajarro a Manu del Moral tras pase de Negredo. Y es que el vallecano fue el único que generó peligro por parte del Sevilla.
En el minuto 66 comenzó Marcelino a intentar ganar el partido pero cometió un error de bulto. Sacó a Negredo del terreno de juego, una de las últimas apuestas en la selección española de Vicente del Bosque. A partir de ahí los aficionados hispalenses tuvieron claro que no ganarían el partido, ya que el madrileño estaba siendo el mejor de su equipo de largo durante todo el partido.
Por lo tanto, el partido siguió siendo dominado por los rojillos y tras el penalti no pitado por Del Cerro Grande y el gol bien anulado a Kike Sola por fuera de juego, el partido llegó a su fin con la sensación de que Osasuna puede convertirse en una de las apuestas en liga y que el Sevilla sigue sin conseguir el juego y la personalidad que se requieren para un equipo de la talla de los de Nervión.
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