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miércoles, 7 de diciembre de 2011

En memoria del genio del ‘tacón’

Se despide el Doctor Sócrates y con él lo hace no sólo un futbolista de leyenda, también lo hace la figura de un intelectual que luchó por las libertades de un Brasil en plena dictadura militar, cuando levantaba pasiones sobre el verde de un estadio. El otro Sócrates, no el filósofo, siempre representará el ‘jogo bonito’ de la selección brasileña en los años 80.

Fue al tacón lo que Ronaldo y Romario al gol. Atípico cuanto menos por su imagen engañosa de hippie, melena y barba, que hacían pensar que se habían perdido dentro de un terreno de juego. En todo caso la pérdida habría sido para el aficionado, si al artista bohemio su padre no le hubiera levantado el castigo por hacer deporte o no se hubiera pasado del fútbol sala al fútbol. Sus condiciones: altura, velocidad y fuerte disparo se adaptaban mejor a la longitud de campo de césped.

Formó parte de un grupo de estrellas con Zico, Paulo Roberto Falcao, Toninho Cerezo, Eder que coincidieron en una misma época sin la recompensa de las apuestas por un Mundial, al perder la final del 82 ante Italia y caer en cuartos del 86 contra Francia en penaltis. Era un equipo llamada a hacer historia, que la ‘vox populis’ proclamó campeón antes de serlo. La leyenda de esos hombres chocó primero contra la siempre combativa Italia de un Rossi en estado de gracia y después con el fatídico punto de penalti.

Era un líder dentro y fuera del campo que reunía las cualidades del jugador alemán sin desmerecer las innatas de su sangre carioca. Era el genio del tacón, que reclamaba derechos sociales con esa mítica cinta que lució al viento de México. Pasó su trayectoria futbolista en el Corinthians, aunque empezó y se retiró en el Botafogo. Su condición de mediocampista no le privó nunca de lanzarse al ataque con esa zancada, levitando como una gacela sobre la gravedad para hacer más de 200 goles.

Su amor por el fútbol no le apartó de los libros, graduándose en medicina y filosofía, de ahí lo de Doctor Sócrates. Era un futbolista anti-sistema en contra de las abstinencias que inherentes a la práctica de un deporte profesionalmente. Nunca renunció a otros placeres que otorga ganar dinero jugando al fútbol como el alcohol, el tabaco o la vida nocturna. El mito atípico nos deja con el sabor de su fino tacón y la defensa de los más necesitados.

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